· Zona arqueológica
Tancama
A tan sólo 15 minutos de Jalpan de la Serra podrás presenciar la
apertura de la primera filiación huasteca que se abre en el estado, y la sexta
zona arqueológica que se abre en este sexenio.
Tancama significa en lengua Huasteca "Cerro de Fuego" o
"Lugar de Pedernal" y abarca 3.6 hectáreas.
Esta zona integrada por sus tres plazas a desnivel, es testigo durante
el solsticio de invierno cuando el sol se alinea con la cima del Cerro Alto. El
lugar contó con un clima artificial creado en la época prehispánica para emular
una montaña aledaña.
Zona Arqueológica El Cerrito
El Cerrito cuenta con estructuras de plazas, altares y pequeños basamentos
rectangulares, edificados sobre afloramientos rocosos.
Construido durante el auge de Teotihuacán, El Cerrito funcionó
como asiento del poder político y religioso desde el año 400 d.C. hasta la
llegada de los españoles, quienes
se
apropiaron de su valor simbólico.
Su etapa de mayor renombre coincide con el esplendor e
influencia tolteca, de la que se
han
encontrado numerosos ejemplos como columnas antropomorfas al estilo de los
atlantes y esculturas de Chac Mool que todavía se encontraban en el sitio
durante la época del virreinato. También se han encontrado importantes
vestigios como esculturas, lápidas, glifos, calendarios y diversas figurillas.
Zona Arqueológica Las Ranas
Al inicio de la Sierra Gorda queretana y sólo a tres kilómetros del
antiguo pueblo minero de San Joaquín, se encuentran, en la parte superior de
dos cerros y con una vista privilegiada, las ruinas de una ciudad prehispánica
que fue erigida y habitada entre los años 600 y 1000 d.C.
Junto con su ciudad hermana, Toluquilla, Ranas fue un importante centro de control
religioso, político y económico. Desde el siglo XVI fue ocupada por los
chichimecas hasta la colonización española.Ranas es un mirador
arqueológico con una vista envidiable. A una altura de 2,400 metros sobre el
nivel del mar, la zona está conformada por tres juegos de pelota alineados
sobre un eje central y estructuras ceremoniales circulares. Disfruta de este
sitio arqueológico y de su altura para sacar la cámara y dejar fluir tu
creatividad fotográfica
Zona Arqueológica Toluquilla.
Poco antes de llegar al pueblo minero de San Joaquín, sobre la loma de
uno de los cerros
más altos de la
región, se encuentran las ruinas de una importante ciudad prehispánica:
Toluquilla, palabra que significa, en náhuatl, «cerro jorobado».
La ciudad se conoció públicamente en 1872 por varios ingenieros en busca
de minas en la región. La primera apreciación del lugar fue como una
ciudad-fortaleza con murallas, atalayas y trincheras. Al final se interpretó
que las murallas eran solamente muros de contención, las atalayas sólo templos
y las trincheras los paramentos de las canchas de los juegos de pelota.
El estado de conservación de estas ruinas es excepcional: se pueden
apreciar, entre un frondoso bosque, escalinatas, corredores, conjuntos
habitacionales, muros con altura de más de dos metros y dos juegos de pelota
que se erigen como vértices del sitio, pues toda la traza urbana gira en torno
a estos espacios que se adaptan fielmente a la topografía del cerro.
El sitio se divide en lo siguiente: Vestíbulo, Juego de Pelota I, El
templo principal o edificio 15, Área habitacional, Magueyera, Juego de Pelota
II, El templo o edificio 57 y la zona sur que permanece restringida a visitas,
ya que no se han realizado trabajos en esa área y los edificios se hallan todavía
cubiertos de escombros.
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